«–Hay que vivir en el presente –afirma.
–¿Qué es para ti vivir en el presente? –le pregunto.
–Pues simplemente que pensar y hacer planes es una gilipollez–afirma–. Si piensas en el pasado, no avanzas. Vive en el momento, donde todo es como debe ser, tómate tu tiempo, pon freno a tus malos recuerdos y llegarás adonde quiera que vayas a llegar mucho más deprisa y topándote con menos baches en el camino.» 

Todo viaje es una aventura en la que a veces tienes que romper con todo, perderte, arriesgarte por tus sueños. Déjate llevar por el corazón; el amor te está esperando en alguna parte. 

¡Sal a buscarlo! 

Camryn es una chica de veinte años que siempre pensó tener la vida resuelta hasta que la vida misma la sorprendió con muy malas noticias que la impidieron ser feliz. Perdió a su novio, a su hermano mayor y hasta a sus padres, a algunos de ellos los perdió para siempre y su corazón no pudo soportar la pérdida, y a otros los perdió temporalmente y Cam no puede ser capaz de perdonarlos. 
Hoy en día, lo único que le queda y que la mantiene medianamente estable es su mejor amiga Natalie, y su novio Damon, aunque su amistad en un abrir y cerrar de ojos se quebrará y ahora sí que Camryn perdió todo lo poco que le quedaba. 

Está cansada de vivir una vida monótona pero tiene un miedo atroz a permitirse vivir su vida como quiere. Sin un hogar estable y sin personas que se preocupen por ella, Cam lleva su pobre corazón roto a un nuevo y desconocido destino: decide tomar al toro por los cuernos y de una vez por todas seráa ella quien lleva las riendas de su vida en la mano. 
Tomarse un autobús y viajar por todo el país, dejando que la carretera dicte su destino parece ser la mejor opción y solución para encontrarse a sí misma, para encontrar su lugar en el mundo, y vivir una aventura. 

Me pregunto qué coño hago aquí. Incluso en este preciso momento. En esta cafetería con esta chica a la que conozco casi desde siempre. Ayer pensaba en por qué tenía la necesidad de levantarme exactamente a la misma hora que el día anterior y hacerlo todo exactamente igual que el día anterior. ¿Por qué? ¿Qué nos empuja a hacer las cosas que hacemos cuando en el fondo una parte de nosotros quiere romper con todo eso?

En este nuevo recorrido, un joven se sumará a su viaje; Andrew también sacó un billete en autobús para visitar a su padre, él no tiene la más pálida idea de lo que está haciendo, y encontrarse con una jovencita rubia que también parece estar perdida no lo hace sentirse tan solo y perdido. 

Andrew es un tipo especial, aventurero, de espíritu libre pero toda esa emoción lo opaca, no sabe cuál es su lugar en el mundo y se siente desolado. Al parecer el destino, o mejor dicho, un mismo autobús y la carretera, decidió unirlos por algún motivo. Entre Cam y Andrew surgirán muchas emociones, sentimientos, recuerdos y secretos. Estos jóvenes vivirán una extraordinaria y loca aventura, con la carretera y la música como testigos de su amor, de ese amor tan especial y fuerte que puede curarlo todo o no. 

Si les digo que esta historia me provocó muchos sentimientos es decirles poco, me terminó sorprendiendo gratamente y no pensé que iba a terminar enamorándome tanto de los personajes y de este largo viaje por la carretera.



La trama es muy amplia y solo les conté una muy pequeña parte para que ustedes puedan tener la oportunidad de ir casi a ciegas, para llevarse muchas sorpresas como yo me las llevé. Es un libro esperanzador, con muchos hermosos mensajes sobre los errores, la pérdida, el perdón, el amor y la VIDA, sí, en mayúsculas. 

 Quiero destacar a los personajes, tanto a Camryn como a Andrew, porque se comieron la historia por completo y me dejaron un sabor muy dulce en la boca. Cam es una chica sencilla que quiere vivir la vida a lo máximo, poder disfrutarla, sin embargo, no podrá hacerlo hasta que conoce a Andrew, su alma gemela desconocida, un chico genial, extraordinario, lleno de vida para vivir y que la insta a Cam a tomar decisiones, a soltarse el pelo y animarla a saltar al agua. 

 —¿Andrew?
—¿Sí?
Mantenemos la vista fija en el cielo.
—Quería darte las gracias.
—¿Por qué?
Tras una pausa, Camryn contesta: —Por todo: por hacerme meter tu ropa en la bolsa de cualquier manera en lugar de doblarla y por bajar la música en el coche para que no me despertara o por cantar canciones de pasas. —Ladea la cabeza y yo hago lo mismo. Entonces me mira a los ojos y añade—: Y por hacerme sentir viva.
Una sonrisa me alegra la cara, aparto la mirada y replico: —Bueno, todo el mundo necesita que alguien lo ayude a volver a sentirse vivo de vez en cuando.
—No —niega ella con gravedad, y la miro de nuevo—, no he dicho «volver», Andrew; por hacerme sentir viva por primera vez. 

La relación entre ambos es demasiado preciosa, en el autobús la primera impresión de Cam al ver a Andrew es reacia y lo innato que hace es subir todos sus muros. A medida que van viajando en el autobús, hasta que finalmente Andrew y Cam siguen su viaje solos, las cosas se ponen muy serias y ambos intentan con todas sus fuerzas no caer en el amor, se propusieron en no hacerlo, Cam no está preparada para volver a amar a alguien, y no después de la pérdida de sus novio, y Andrew ni siquiera quiere arriesgarse a amar, nunca lo ha hecho y para él el amor es un sentimiento vanal que destruye todo a su paso. 

Está claro que estos dos tortolitos no van a poder negar sus sentimientos, y me gustó mucho que el amor fuera surgiendo de a poco, que fueran primero los secretos, las experiencias de vida, los miedos y las inseguridades los que formaran una base estable entre ellos, que se estableciera una amistad y confianza para que después sucediera el amor. 

—Siempre he sentido este... este... —su mirada es intensa, concentrada—, este agujero... Me refiero a que no era un agujero vacío, siempre había algo en él, pero nunca lo que tenía que haber. Nunca era lo adecuado. […] —. Nunca me gustó realmente nada de lo que hacía... Al cabo, me mira. —Y entonces te conocí... y fue como si algo se disparara en mi cabeza, o despertara, no... no sé, pero... Se planta delante de mí de nuevo. Tengo ganas de llorar, pero no lloro. —... Pero supe que, fuera lo que fuese, estaba bien. Era lo adecuado. Tú eras la adecuada. 

No hay muchos personajes secundarios importantes, sólo ocupan y mantienen ese rol y me pareció genial que la autora lo haya hecho así, porque como les dije anteriormente, son Cam y Andrew quienes se comen la historia y se la llevan por delante. Ambos tienen mucho peso y son quienes se llevan los sentimientos de todos los lectores. 

Quedé fascinada con la pluma de la autora, detallista, simple y muy llevadera, se encargó de agregarle mucha esencia a la trama, desde esos cómicos y delirantes diálogos entre Camryn y Andrew en los que te partís de la risa, y hasta la música y ese ambiente de carretera y aventura tan bonito.

Me queda tanto para contarles, pero no quiero arruinarles más la trama. Me resta por decirles que es una historia espectacular, a más no poder, llena de sorpresas, alegrías, esperanzas y tristezas. 
Con un final inesperado, desgarrador y desconcertante, no me quedé con las dudas de que este libro se cuela en mi lista de lo mejor que leí este año.

En definitiva, “Nadie como tú” es una historia New Adult apasionante, vibrante y maravillosa. Cam y Andrew emprenderán un viaje en carretera en el que aprenderán a perdonar, a sanar, a vivir la vida como se les plazca, y aprenderán que el amor es un sentimiento gratificante y sanador que puede llevarte a cometer locuras por quienes amas.