Cada caricia tiene su precio. 

Layla Shaw intenta arreglar su vida hecha añicos, tarea complicada para una adolescente convencida de que las cosas ya no pueden empeorar más. Zayne, su atractivo mejor amigo, está fuera de su alcance debido a su misterioso poder para robar el alma cuando besa a alguien. Los Guardianes, que siempre la han protegido, de repente ocultan peligrosos secretos. Y no se puede permitir pensar en Roth, el sexy príncipe demonio que la entendía como nadie lo había hecho antes. 

Pero a veces tocar fondo es solo el comienzo. De repente, los poderes de Layla empiezan a desarrollarse y por fin recibe la tentadora oportunidad de experimentar lo que hasta ahora se le había prohibido. Entonces, cuando menos se lo espera, Roth regresa, y trae consigo noticias que podrían cambiar su mundo irremediablemente. 

Por fin consigue lo que siempre ha deseado, pero con el infierno desatándose literalmente sobre la Tierra y el aumento de los asesinatos, el precio podría ser más alto de lo que Layla está dispuesta a pagar.

Está confirmadísimo que a Jennifer L. Armentrout le gusta jugar con esos finales en los que nos deja con el corazón en la boca y con la típica expresión “¿qué acaba de pasar?”, y eso justamente pasó en el final del primer libro de esta trilogía. 

En “La caricia del infierno” retomamos nuevamente la historia en donde quedó: un Roth desaparecido, una Layla destrozada por eso y sumados los grandes secretos y misterios aun por desvelarse. 

Así que en esta ocasión notamos a Layla más apabullada, confundida y triste, saber que Roth se sacrificó por ella y los suyos y que fue directo a las llamas del infierno es un sentimiento que le revuelve el corazón, pero su mejor amigo Zayne está ahí para ella, su protector y más fiel amigo. 
Pero la amistad entre ellos está dibujada con una delgada línea, ella lleva años enamorada de su mejor amigo, pero sabe que su amor nunca podría suceder debido a su capacidad para robarle el alma a las personas solo con el roce de sus labios. Sin embargo, Zayne se arriesgará por ella y puede que finalmente los sentimientos se aclaren entre ellos de una vez por todas. 

Me dolía la garganta cuando hablé.
—No puedes…
—¿Que no puedo, qué, bichito? ¿Que no puedo pensar en ti? ¿Que no puedo darme cuenta de que siempre has sido la chica más increíble que he conocido jamás? ¿Que no puedo dejar de vivir bajo el mismo techo que tú y fingir que lo que siento por ti, lo que quiero de ti, es algo fraternal? —contuve el aliento mientras sus manos subían por mi caja torácica, provocándome una serie de escalofríos —. ¿Que no puedo abrazarte? ¿Tocarte? Porque la última vez que lo comprobé podía hacer todas esas cosas.

Mientras Layla intenta descifrar sus sentimientos por Zayne (y también por Roth), sus habilidades de mitad demonio y guardiana se encuentran un poco disparatadas. A todo esto hay que sumarle todas las mentiras y secretos que se van acumulando en el clan de los guardianes, y Layla sospechará todavía más de aquellas personas a las que alguna vez consideró “familia”. 

¿Qué más podría pasar? Ah, claro, el hecho de que hay una nueva amenaza caminando por la faz de la tierra, un Lilin ha nacido y eso puede significar la destrucción de todos. Para poder eliminar al Lilin, los guardianes van a tener que aliarse con sus enemigos, con los demonios, ¿y quién puede volver del infierno? Roth, claro que sí, pero este sexy demonio no viene con buenas noticias, y él ya no parece ser el mismo Roth de antes, algo le ha pasado.
A partir de ahora las cosas pueden ir de mal en peor… 

Yo ya a estas alturas no me puedo quejar de las historias de esta autora, no es de extrañar que sea una de mis favoritas. Es sorprendente la capacidad que tiene para engancharte a ellas y no querer soltarlas, siempre que terminás de leer un capítulo enseguida necesitás leer el siguiente porque la intriga te sobrepasa. 
Esta continuación me enganchó muchísimo más que la anterior, repleta de momentos dulces y tiernos, más un poco de acción, mentiras, secretos… JLA sabe combinar los ingredientes justos y necesarios para hacer una historia maravillosa y atrapante. 

La trama es simplemente genial y los personajes acompañan muy pero muy bien, tanto los principales como los secundarios. En el caso de Layla, la vemos en una faceta más indecisa, confundida y triste, además muchas cosas le van sucediendo y para eso deberá aprender a confiar en las personas correctas, y por sobre todo, confiar en ella misma. 

Sin dudas quien se roba el protagonismo y toda la atención es Zayne, ¡y ay por favor, me fue imposible no caer rendida ante él! Es dulce, protector, cariñoso y al fin ya era hora de que se abriera ante Layla, incluso si eso significa arriesgar sus vidas. 
Mientras Zayne cobra mucho protagonismo, Roth se queda al margen y eso me molestó un poquito porque, a ver, Zayne es demasiado empalagoso y perfecto pero mi corazón le pertenece al sexy demonio que no puede evitar los chistes sexuales y las sonrisitas pícaras. A pesar su indiferencia ante Layla, porque sí, este muchacho la confunde aún más con su mala actitud y malos tratos, sabemos que algo esconde y que hay gato encerrado. 

Y daba miedo; era increíblemente terrorífico, porque nunca me había planteado en serio que Zayne correspondiera mis sentimientos nada normales hacia él. Era terrorífico por lo que quería hacerle, por lo que podría hacerle. Y había algo más; estaba Roth y ese sentimiento estúpido e irracional de que estaba haciendo algo mal. Básicamente se había sacrificado por mí… y después me dijo que nada de lo que había dicho o hecho alguna vez respecto a mí importaba nada. 

Así que mientras hay mucho Zayne mucho Zayne, y poco Roth poco Roth, Layla se debate constantemente y está muy confundida ya que por un lado su mejor amigo por fin se le declara, y por otro lado el demonio que tantas cosas le hizo sentir vuelve nuevamente para revolver sus sentimientos, yo en muchos momentos le quería pegar un par de cachetazos para que se despabile y eligiera de una buena vez (cosas menores)

El triángulo amoroso está muy bien construido y apuntado porque la autora no pone su mirada en que los lectores odiemos irrevocablemente a algunos de los chicos, todo al contrario, hace que te enamores de los dos y te sea difícil elegir un team, ¡gracias Jennifer por ponerlo tan difícil, y por hacerme sufrir constantemente! Sin embargo yo sigo siendo #TeamRoth, no lo puedo evitar.

—¿Puedes oírme? Quiero que sepas una cosa —dijo. Su voz era ronca y pastosa y sonaba muy muy lejana, pero llena de urgencia —. Te quiero, Layla. ¿Me oyes? Te he querido desde el primer momento que oí tu voz y voy a seguir queriéndote. Pase lo que pase. Te quiero. 

No me olvido de mencionar que los personajes secundarios acompañan muy bien la trama, a algunos los seguís odiando, a otros les tomás más cariño como Sam y Stacey, los mejores amigos humanos de Layla, y hay un personaje especial, bueno en realidad no es humano, se trata de Bambi, la serpiente demoníaca que escolta a Layla a lo largo de la historia y que la defiende con sus filosos colmillos. 

Además de sufrir mucho en el libro y de enamorarte de Zayne y de Roth, a su vez vas intentando atar cabos respecto al Lilin y los muchos destrozos y misterios que van alimentando a la trama, y eso lo hace muchísimo más interesante. 

La historia es sorprendente y con ese final mucho más, otra vez Jennifer L. Armentrout nos deja con la boca abierta y con el corazón en la garganta, ¡dejá de hacernos sufrir Jennifer, dejá de jugar con nuestros sentimientos! Muero de ansiedad por leer el último libro y saber qué pasará, las cosas se pusieron muuuuuy interesantes. 
Ah, y esa portada… ¡estoy simplemente enamorada!

En definitiva, "La caricia del infierno" es una excelente continuación, repleta de momentos de tensión, mentiras, acción, secretos y un triángulo amoroso que te deja embelasado, ¿a quién elegirá Layla? ¿Será Zayne o Roth? ¿Y qué pasará con la maldad latente que anda vagando por la tierra y que puede significar el fin de todos? ¡Necesito con urgencia el último libro, por favor!