¿Qué pasa con la reina del baile cuando termina el instituto? 

April lo tenía todo: el chico de sus sueños, una beca para una prestigiosa universidad y un prometedor futuro en Nueva York. Pero a veces la vida golpea y zarandea, y solo hicieron falta dos faros cegadores y un hombre desesperado para que le arrebataran su soñado final de cuentos de hadas. 

Su presente está en ruinas. April se aferra a los recuerdos y a un futuro incierto. Sin embargo, justo cuando menos se lo espera, regresa un fantasma del pasado. Alguien que se ha roto y recompuesto tantas veces que puede tener la fórmula para que ella también lo logre. 

Y finalmente ha llegado el momento de hablarles sobre esta historia; ya ha pasado más de un mes desde que le puse punto final a este libro, o por lo menos eso fue lo que he intentado hasta este momento. No deseaba abrir mi caja de sentimientos, todavía no estaba preparada para ello, no quería para nada en el mundo tener que enfrentarme a todas esas emociones que sentí durante esta historia, sin embargo ha llegado la hora de hacerle frente a esta situación, las palabras comenzaban a picarme sobre los dedos para contarles mi opinión. Así que aquí vamos (apiádense de mí, por favor) 

April ha llegado a tenerlo todo al alcance de sus manos: era la chica popular del instituto, fue la reina del baile, tenía un novio de ensueños, una prestigiosa beca a Nueva York…, y de golpe todo en su vida se borra de un plumazo. En un mínimo segundo April lo pierde todo, incluso a ella misma. 
Tener que sobrevivir en el presente es una tarea muy dura para ella; perdida, rota y desolada no le encuentra sentido a seguir viviendo, su verdadero yo se ha esfumado junto a su novio Sam en aquel accidente de coches, unos malditos faros cegadores se cruzaron con la vida de él y ahora no es más que un chico inerte y en estado de coma. 

Pero para volver a vivir April necesitará de la ayuda de muchas personas, especialmente de una persona que jamás pensó volver a ver, un chico de ojos oscuros que muchos años atrás rompió su corazón. 

Sebastian vuelve a la ciudad arrastrando sus fantasmas del pasado, esa mochila que nunca podrá sacarse de encima. Aunque a lo largo de los años, luego de tantos fracasos y errores entendió que esa misma mochila puede dejarla a un costado o aliviar su peso. Jamás pensó que volvería a encontrarse con la rubita, su rubita, aquella única chica que miró mucho más adentro que solo la fachada de un chico malo y roto. 

Él se ha roto y perdido muchas veces, ella dejó de vivir, «¿De qué sirve que dos almas torturadas se encuentren si no es para apoyarse?» 

Les juro que me estoy apañando mucho para enfrentarme a mis emociones, y si termino esta reseña sin llorar creo que sería un milagro. Esta historia es… no sé cómo ponerlo en tan pocas palabras… es aprendizaje, es valor, es la mismísima realidad, es dejar el alma en cada página, es entregarle partes de tu corazón a los personajes y dejarte llevar por ellos, es escucharlos con suma atención y sentirlos en carne propia. 

—[…] Hablando de reflexiones, ¿cómo es la vida de la reina del baile una vez que acaba el instituto?
—Pierde la corona y se enfrenta a la realidad. […] ¿Y la del chico malo?
—Un reto.

La trama conlleva muchísimas cosas, y lo que les conté anteriormente es apenas la punta del iceberg. La historia está dividida en tres partes, durante el pasado conocemos la bellísima historia de amor entre April y Sam, un amor tan inmenso que te estruje el corazón; luego tenemos a Sebastian relatando desde su punto de vista su pasado, pasando desde los peores momentos de su vida hasta los mejores, entre ellos cómo conoció a su rubita. Y por último son April y Sebastian quienes se encargan de tomar las riendas de la historia, de cómo comienzan a vivir y sentir en carne propia la vida.
Así que de esta manera, Alexandra Roma entreteje una historia sumamente fascinante, alucinante y no se deja absolutamente nada en el tintero. 


No les quiero contar mucho más de la trama porque creo que es necesario que cada uno la descubra por sí solo, es una historia para sentir, para permitirse llevar y dejar una huella propia. 

De los personajes no sé qué podría decir sin que los ojos me piquen de las lágrimas. April es una chica sumamente valiente, la conocemos en todas sus facetas, la comprendemos, la queremos hacer entrar en razón, abrazarla muy fuerte y darle esas fuerzas que tanto necesita. Es una chica como cualquier otra, como vos o como yo, que a partir de un atroz accidente decide dejar de vivir la vida porque ya nada tiene sentido. Acompañarla en sus pensamientos más duros y oscuros nos permiten tomarle de la mano y ayudarla a crecer, a infundirle valor y a vivir, los lectores vivimos con ella.

Luego está Sam, el chico soñado, una persona llena de luz, bondad y honestidad como ninguna otra. Él es de esas pocas personas que caminan sobre la faz de la tierra y que hacen de la existencia de los demás un lugar mejor, él nunca pide nada a cambio y se muestra tal como es, jovial, honesto y con el corazón más puro. 

—No hace fala que digas nada. Lo sé. Eso es lo mágico. Lo hago.
—Y, aún así, necesito hacerlo, pequeña. Necesito que comprendas que esto eres tú para mí. —Señalaste a tu alrededor abarcándolo todo—. Mi sitio e los recuerdos eternos. Mi memoria. Todo lo que me quiero llevar algún día. Todo lo que quiero tener ahora. El lugar al que, como él, siempre regresaré. —Tragué saliva—. Contigo sé que cualquier cosa es posible.

Y por último está Sebastian, un chico inolvidable, de esos que te roban el corazón y que no te lo devuelven, y la verdad es que no importa porque sabés que lo va a cuidar con mucho cariño. Sebastian es demasiado, es demasiado para explicarles mi amor por él, sin dudas es uno de mis personajes masculinos preferidos de toda la vida. Él es valiente, pícaro, noble y con un corazón gigante que no le cabe en su capacidad toráxica, ¿qué puedo decir de él sin llorar?, ¿que es una de las personas más genuinas, más afables y sinceros?, ¿que pone a todos antes que a él, que es capaz de hacer todo por quienes ama?, ¿que aprendió de su pasado y errores para convertirse en una maravillosa persona? 

No nos damos cuenta de que son los pequeños instantes, los insignificantes, los que marcan el resto de nuestra existencia, lo que nos transforman en un “seremos” fruto de nuestros actos, nuestras vivencias, nuestras elecciones. Sin embargo, no todo es azar. La experiencia lleva la batuta de nuestra particular orquesta vital. Y es que, aunque suene metafórico, hay acontecimientos que nos lanzan de lleno al cielo y otros que nos entierran en un infierno del que, por más que te esfuerces, resulta prácticamente imposible salir hasta que unas manos tiran de ti. 

El amor en esta historia es algo que deben descubrir por ustedes mismos, y quiero mencionar que la autora no hace hincapié solamente a lo que se refiere el amor a tu pareja, sino también al amor a vos mismo, y especialmente el amor a la vida, de vivirla y sentir que el viento te pone la piel de gallina y una enorme sonrisa en la cara. 

Ya no sé qué más decirles sin que dejen de picarme los ojos de tanto llorar, sí, a este nivel de sensibilidad me dejó este libro. A ver, no piensen que estoy loca (un poquito), pero es que Hasta que el viento te devuelva la sonrisa es una joya, es una historia que no deberían dejar pasar, les pondrá la piel de gallina de tantas emociones. 

De Alexandra Roma no podría decir más que halagos, y me saco el sombrero ante ella. Hace magia, magia pura, no se deja nada por decir, profundiza en absolutamente todo y de esa manera logra que esta historia sea tan real. Sus palabras son una maravilla, transmiten muchísimo y te dejan con el corazón en la mano; simplemente ASOMBROSA. 

Durante el contacto con April experimenté o que es el que calor de una persona te inunde por dentro, que las caricias traspasen la piel y te rocen el alma y que las palabras sean el soporte necesario para que no partas en dos. Durante el contacto con April seguía sin saber si existía el amor a primera vista, pero sí que había abrazos que se adueñan de tu corazón. Durante el contacto con April se instaló en mi interior, inundando la sangre, el sistema nervioso, el cerebro, la conciencia, todo lo que me convertía en una persona. Todo lo que tenía. Todo lo que era.

En resumen, "Hasta que el viento te devuelva la sonrisa" es una historia alucinante y magnífica que no te deja indiferente, se volvió una mis mejores lecturas del año y de la vida. Lloré mucho, me reí, soñé, y por sobre todo, la autora me permitió tomarles de las manos a estos tres maravillosos y complejos personajes a lo largo del camino y acompañarlos en todo momento sin soltarlos.