Estelle siempre ha estado enamorada de Oliver: por ser el mejor amigo de su hermano, por estar siempre alrededor… y por la evidente química que siempre ha habido entre los dos. Pero el destino se interpone para que sus caminos se separen: Oliver se marcha para estudiar medicina… y Estelle se queda con el corazón roto. 

Tiempo después, Estelle es propietaria de una galería de arte. Se encuentra superando la pérdida de su prometido, fallecido un año atrás. A pesar de tener el corazón roto de nuevo, Estelle sabe que puede seguir adelante, pero no cuenta con la vuelta de Oliver, convertido ya en médico residente, ni con la oferta que este le hace para que pueda dar clases de arte a los niños de su hospital. 

Ahora ambos deberán enfrentarse a la atracción que sigue existiendo entre los dos y luchar contra el pasado para saber si merece la pena tener una segunda oportunidad, para saber si los corazones que se rompen pueden volver a su estado original…, para saber si su pasión desmedida también es amor entre los dos…

*En colaboración con Phoebe Romántica.







Oliver ha estado alrededor de Estelle desde hace mucho tiempo. Él no era tan solo el mejor amigo de su hermano, él era mucho más: su confidente, su compañero durante las noches solitarias en el tejado, su relator de cuentos y chistes, su caballero con brillante armadura, su primer beso, su primer amor y su primer corazón roto… 

Todo esto quedó en el pasado cuando Oliver decidió largarse de la vida de Elle de la noche a la mañana sin ninguna explicación para estudiar medicina. A pesar de que su corazón se rompió en miles de pedazos, Elle continuó con su vida e intentó sacarle provecho a tanto dolor y es así como nació su arte por los corazones caleidoscopios. 

Los corazones que hago están hechos de pedazos, pero no son como caleidoscopios que brillan bajo el sol. Te dan esperanza en el amor cuando ya la has perdido porque, como este, puedes mirar un caleidoscopio de mil maneras diferentes y encontrar algo nuevo cada vez. Esté roto o no, si lo miras con cuidado, encontrarás algo hermoso en ambos, y todas las cosas hermosas están un poco rotas.

Dicen que el tiempo cura heridas y así ha intentado demostrarlo Estelle avanzando con su vida, pero una vez la misma la golpea con la pérdida de su esposo. Su corazón parece no tener reparo definitivo, ya no hay nada más que pueda romperla, sin embargo cuando su hermano Victor la invita a irse a vivir con él, nunca pensó que volvería a ver a aquel chico que rompió su corazón por primera vez. 

Oliver ha vuelto hace un tiempo y encontrarse con la única chica que amó significa remover viejos sentimientos que siempre intentó ocultar, sin embargo, podrá hacer de tripas corazón y darle una razón a Elle para superar de a poco el dolor por el cual está atravesando. Oli está dispuesto a recuperarla, y principalmente, ayudarla a reconstruir su dañado corazón. 

A pesar de tanto dolor, rencor, culpas pero por sobre todo amor que nunca se apagó, Estelle y Oliver deberán enfrentarse a viejos y nuevos sentimientos para averiguar si realmente vale la pena una segunda oportunidad. ¿Serán capaces de reconstruir los trozos rotos?, ¿cuántas veces puede repararse un corazón roto? 

—No son corazones rotos, sino caleidoscopios —lo corrijo.
—¿Dónde está la diferencia? Los haces con cristales rotos.
Avanzo hacia él hasta que estoy tan cerca que siento su cálido aliento en la cara, y cuando alzo la cabeza para mirarlo, he cerrado los puños con fuerza.
—La diferencia es que están formados por piezas rotas, pero utilizo esos cristales para reconstruirlos. La diferencia está en que el corazón tiene una segunda oportunidad, y quizá se romperá de nuevo, pero está destrozado, así que quizá la segunda vez la caída no sea tan mala.

Esta ha sido mi primer contacto con la prosa de la autora y la verdad que me ha gustado mucho porque tiene un estilo fresco, ameno y que engancha mucho. 

La trama es bastante simple pero eso no significa algo negativo, todo lo contrario, es una historia sencilla que engancha desde la primera página hasta la última. Si bien hay muchos clichés no es algo que me haya molestado ya que me encantan los clichés cuando están bien escritos, y este ha sido el caso. 

Básicamente la idea de la historia trata sobre Estelle quien está rota y perdida luego de la muerte de su marido, si ya le rompieron el corazón una vez hace años, ahora su corazón vuelve a sufrir una nueva rotura y quizás nunca vuelva a reconstruirse. Cuando se muda a la casa de su hermano Victor y se vuelve a reencontrar con un hombre de ojos verdes centelleantes que una vez amó, bueno, digamos que las cosas se ponen complicadas.
Oliver esta vez está decidido a no dejar ir a Elle, esta es su oportunidad, no puede perderla una vez más, incluso si eso significa tener que mantener ocultos sus sentimientos a su mejor amigo y hermano de Estelle. Pero cuando el corazón quiere… quiere y no hay nada más para decir. 

Los personajes me gustaron mucho, además es fácil de tomarles cariño. Empecemos por Estelle a quien conocemos más en profundidad ya que ella es la encargada de ponerle voz al presente de su historia. Ella es una chica con sueños, aspiraciones y con una gran pasión por el arte, sus corazones caleidoscopios y su galería de arte. 

Por otro lado está Oliver, el chico de ojos verdes rompe corazones. Me parecieron muy tiernas y bonitas sus actitudes cariñosas ante Estelle, tanto en el pasado como en el presente. Y aunque a veces me dieron ganas de darle un par de bofetones por ser un poco tarado, tampoco es que se me haya querido ir la mano (jajaja). 

Creo que la relación entre ambos tiene un ritmo constante y lento, pensé que me encontraría con un insta-love pero no ha sido en esta ocasión (¡y menos mal!). Desde el principio de su reencuentro entre ambos vuelve a renacer esa llama de pasión que tanto los atrae en sus futuros encuentros. Sus enfrentamientos, sus miradas cargadas de tantos indescifrables sentimientos y sus citas son algunas de las pequeñas cosas que van armando esta preciosa historia de amor. 

—¿Y por qué sabes que es la elegida? —susurro, limpiándome las lágrimas que me resbalan por la cara.
Lleva una mano a mi mejilla y me la acaricia con el pulgar.
—Lo sé porque cuando no está conmigo, siento como si me faltara el oxígeno, e incluso cuando estoy con ella, no puedo aspirar el aire suficiente […] Quiero tus mañanas y tus noches. Quiero tus discusiones y tus ojos. Quiero tus codazos si te abrazo con demasiada fuerza por la noche. Quiero tus gemidos cuando te cuento un chiste malo y también los quiero cuando te hago disfrutar.
—¿Y yo qué consigo? —pregunto con un ronco susurro.
—Todo. 

Claro que esta novela cuenta con personajes secundarios, algunos más importantes y otros no tanto, que también le agregan sus pequeñas cositas a la trama y la hacen más divertida y ágil de leer. Por cierto, ya estoy emocionada por leer a la futura pareja en el próximo libro, ¡a ver qué nos esperarán estos dos personajes!

En definitiva, "Corazones que se rompen" es una historia bonita y enganchante, perfecta para leer en una tarde de verano o de invierno, ¿por qué no? Una novela amena y sencilla, con una historia de amor muy dulce sobre las segundas oportunidades, los corazones rotos y las esperanzas.