Reseña: "Un trueno silencioso" de Sara Barnard
Steffi tiene dieciséis años y desde los cinco le resulta casi imposible hablar en público. ¿Neurosis, trastorno de ansiedad? Y no es que no quiera sino que, a veces, no puede. Son miles las palabras que se agolpan en su mente, pero sus labios se niegan a compartirlas. Tem, su única amiga de la infancia, ha cambiado de escuela, dejándola sola. Sin embargo, Steffi está decidida a superar sus limitaciones, y más ahora que debe ponerse a prueba para entrar a la Universidad.
Rhys es nuevo en la escuela. Es sordo, y Steffi sabe algo del lenguaje de señas. Algo, por no decir poco: a medida que su amistad crece, a la lectura de los labios se le suman signos, gestos, textos. Un idioma íntimo y amoroso que los envuelve y que solamente ellos conocen. Sobre este entramado se teje una maravillosa historia de amor, de superación y de aprendizaje, que nos enseña que en el silencio suelen alzarse las voces más potentes, aquellas que retumban sin hacer ruido, como un trueno sigiloso y secreto.
Rhys es nuevo en la escuela. Es sordo, y Steffi sabe algo del lenguaje de señas. Algo, por no decir poco: a medida que su amistad crece, a la lectura de los labios se le suman signos, gestos, textos. Un idioma íntimo y amoroso que los envuelve y que solamente ellos conocen. Sobre este entramado se teje una maravillosa historia de amor, de superación y de aprendizaje, que nos enseña que en el silencio suelen alzarse las voces más potentes, aquellas que retumban sin hacer ruido, como un trueno sigiloso y secreto.
*En colaboración con Granica Ya
Steffi Brons es una chica de 16 años que está pasando por muchos cambios: su mejor amiga de toda la vida, Tem, se ha cambiado a otra escuela, por lo tanto esta vez Steffanie debe enfrentarse a lo que tanto le teme: hablar en público, ponerle voz y sonidos a sus silencios, pero no es que no quiera hablar, sino que le da terror hacerlo con gente que no pertenezca a su círculo íntimo.
Ella es muy introvertida y padece de ansiedad social severa. Desde muy pequeña esto se manifestó en forma de mutismo selectivo, es decir, hablar está fuera de su control, tal es así que la timidez es su escudo y el silencio su campo de fuerza.
Pero a pesar de las etiquetas que lleva puesta, Steffi es una chica como cualquier otra, con un gran deseo: ir a la Universidad, pero para eso, deberá demostrarle a sus padres, y lo más importante, a sí misma, que es valiente y capaz de hacerlo.
Y en este año lleno de cambios, aparece Rhys Gold, un chico sordo que llega por primera vez a una escuela oyente y a la que también deberá enfrentarse a nuevos desafíos. Steffi es la única en la escuela que sabe algo de lenguaje de señas, y a Rhys no le importa que ella no pueda hablar y, en la medida que encuentran formas de comunicarse, esta jovencita descubre que es dueña de su voz y muy pronto se enamorará de la única persona que la hace sentir lo suficientemente valiente como para usarla.
Esta es la primera vez que leo algo de la autora y sinceramente me ha encantado encontrarme con una historia de este calibre, es tan dulce y tierna que te llega al corazón instantáneamente.
La trama trata sobre estos dos chicos adolescentes intentando afrontar sus limitaciones, miedos, inhibiciones y batallando contra los prejuicios y trabas que les impone la sociedad. Tanto Steffi como Rhys pelean sus propias batallas, pero cuando se conocen ambos se dan cuenta que no deben pelear solos, que siempre pueden sentirse acompañados y sostenidos.
La autora no se limita solamente a tratar la historia desde el lado de que Steffi y Thys son dos personas valientes que luchan contra las adversidades y que se enamoran y todo tiene sentido, todo lo contrario, Sara Barnard explota mucho más la trama y enfrenta de manera convincente un problema muy complejo a tener en cuenta: le pone voz –o palabras, mejor dicho- a lo que viven diariamente las personas que tienen ansiedad y las personas no oyentes. Sara trata estos temas sociales con delicadez y respeto, y de esta manera logra generar conciencia en los lectores sobre la batalla diaria a lo que deben enfrentarse estas personas, y la falta de comprensión social que existe.
Los personajes son sumamente entrañables y te conquistan desde la primera página con esa ternura tan destacable. Por un lado está Steffanie, quien es la encargada de contarnos la historia, nos relata sobre su vida, cómo comenzó su silencio selectivo, sus pérdidas, sus sueños y otras cositas más que la van siendo a ella, una chica adolescente como cualquier otra.
Y luego está Rhys, este chico tan adorable, compasivo y bondadoso que te dan ganas de abrazarlo muy fuerte. Me encantó todo de él, su carisma, su fortaleza y debilidades…sentí que tanto Rhys como Steffi eran muy reales.
Algo que une a estos personajes es el lenguaje de señas y me gustaría tomarme un par de palabras para hablar sobre este tema. Creo firmemente que todos deberíamos saber, aunque sea, un par de señas porque sí, porque es un lenguaje más real que las palabras dichas en voz alta. La complicidad y conexión que genera el lenguaje de señas entre Steffi y Rhys es muy fuerte: es un idioma íntimo y amoroso, en el que los gestos faciales son muy transparentes y más sentidas que las palabras. Creo que la voz es fundamental e importante, pero para mí, los ojos y los gestos faciales dicen muchas más cosas.
Además, la autora hace muy partícipes a los personajes secundarios en las vidas de Rhys y Steffi, sus familias y amigos los acompañan a lo largo de sus pasos, y pueden tanto entorpecerles el camino (porque los padres son padres) o darles cuerda para volar.
Steffi Brons es una chica de 16 años que está pasando por muchos cambios: su mejor amiga de toda la vida, Tem, se ha cambiado a otra escuela, por lo tanto esta vez Steffanie debe enfrentarse a lo que tanto le teme: hablar en público, ponerle voz y sonidos a sus silencios, pero no es que no quiera hablar, sino que le da terror hacerlo con gente que no pertenezca a su círculo íntimo.
Ella es muy introvertida y padece de ansiedad social severa. Desde muy pequeña esto se manifestó en forma de mutismo selectivo, es decir, hablar está fuera de su control, tal es así que la timidez es su escudo y el silencio su campo de fuerza.
“Steffi, eres tan callada. ¿Por qué eres tan callada?” Pero en mi cabeza es todo tan ruidoso… Estoy segura de que todo el mundo tiene un monólogo interno, pero dudo de que todos sean intensamente tan charlatanes como yo.
Pero a pesar de las etiquetas que lleva puesta, Steffi es una chica como cualquier otra, con un gran deseo: ir a la Universidad, pero para eso, deberá demostrarle a sus padres, y lo más importante, a sí misma, que es valiente y capaz de hacerlo.
Y en este año lleno de cambios, aparece Rhys Gold, un chico sordo que llega por primera vez a una escuela oyente y a la que también deberá enfrentarse a nuevos desafíos. Steffi es la única en la escuela que sabe algo de lenguaje de señas, y a Rhys no le importa que ella no pueda hablar y, en la medida que encuentran formas de comunicarse, esta jovencita descubre que es dueña de su voz y muy pronto se enamorará de la única persona que la hace sentir lo suficientemente valiente como para usarla.
Anoche hablamos por Jackbytes durante dos horas. Me dijo que amaba mi voz.
-¿Mi voz? -le pregunté.
-Sí, tu voz. La manera en que hablas. Las palabras que usas, la forma en a que las juntas. Tu voz.
Esta es la primera vez que leo algo de la autora y sinceramente me ha encantado encontrarme con una historia de este calibre, es tan dulce y tierna que te llega al corazón instantáneamente.
La trama trata sobre estos dos chicos adolescentes intentando afrontar sus limitaciones, miedos, inhibiciones y batallando contra los prejuicios y trabas que les impone la sociedad. Tanto Steffi como Rhys pelean sus propias batallas, pero cuando se conocen ambos se dan cuenta que no deben pelear solos, que siempre pueden sentirse acompañados y sostenidos.
La autora no se limita solamente a tratar la historia desde el lado de que Steffi y Thys son dos personas valientes que luchan contra las adversidades y que se enamoran y todo tiene sentido, todo lo contrario, Sara Barnard explota mucho más la trama y enfrenta de manera convincente un problema muy complejo a tener en cuenta: le pone voz –o palabras, mejor dicho- a lo que viven diariamente las personas que tienen ansiedad y las personas no oyentes. Sara trata estos temas sociales con delicadez y respeto, y de esta manera logra generar conciencia en los lectores sobre la batalla diaria a lo que deben enfrentarse estas personas, y la falta de comprensión social que existe.
Los personajes son sumamente entrañables y te conquistan desde la primera página con esa ternura tan destacable. Por un lado está Steffanie, quien es la encargada de contarnos la historia, nos relata sobre su vida, cómo comenzó su silencio selectivo, sus pérdidas, sus sueños y otras cositas más que la van siendo a ella, una chica adolescente como cualquier otra.
Y luego está Rhys, este chico tan adorable, compasivo y bondadoso que te dan ganas de abrazarlo muy fuerte. Me encantó todo de él, su carisma, su fortaleza y debilidades…sentí que tanto Rhys como Steffi eran muy reales.
Algo que une a estos personajes es el lenguaje de señas y me gustaría tomarme un par de palabras para hablar sobre este tema. Creo firmemente que todos deberíamos saber, aunque sea, un par de señas porque sí, porque es un lenguaje más real que las palabras dichas en voz alta. La complicidad y conexión que genera el lenguaje de señas entre Steffi y Rhys es muy fuerte: es un idioma íntimo y amoroso, en el que los gestos faciales son muy transparentes y más sentidas que las palabras. Creo que la voz es fundamental e importante, pero para mí, los ojos y los gestos faciales dicen muchas más cosas.
Me toma de las manos y les da un apretón, luego empuja su nariz contra la mía. Me está diciendo: “Está bien. Somos nosotros. Somos tú y yo”, No necesita expresar nada más con señas, ni en voz alta para que me dé cuenta de qué es lo que quiere decir. Tal vez suene extraño pero las personas que usan el diálogo de manera tan natural como respirar. O tal vez todos tengan un lenguaje silencioso con la persona que aman.
Además, la autora hace muy partícipes a los personajes secundarios en las vidas de Rhys y Steffi, sus familias y amigos los acompañan a lo largo de sus pasos, y pueden tanto entorpecerles el camino (porque los padres son padres) o darles cuerda para volar.
En resumen, "Un trueno silencioso" es una historia absolutamente preciosa y enternecedora que todxs deberíamos leer, porque no solamente trata sobre una historia de amor de dos adolescentes que se enamoran, por el contrario, es una historia de de concientización, superación y aprendizaje, en el que los truenos silenciosos retumban mucho más que uno ruidoso.
5 comentarios
Hola me alegra que disfrutaras de la lectura la historia suena interesante justamente en este momento estoy leyendo un manga donde uno de los personajes es sordo pero esa es una historia un poco triste y dramática, esta suena bien. Gracias por la recomendación. Saludos.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarLa portada es muy bonita y la historia tiene muy buena pinta, me lo llevo anotado.
Gracias por la reseña.
Besitos :)
Hooooola, Ariiiiii :3
ResponderEliminarAy, he de decir que este libro no es mucho de lo mío, y no creo que vaya a leerlo. Vamos, de momento lo dejo pasar, pero no creo que vaya a leerlo. No lo descarto al 100%, pero lo dejo pasar de momento. De momento jajaja. Pero ya veremos... Luego te cuento :P Admito que tampoco lo conocía de antes, y no pinta nada mal.
MIL GRACIAS POR TU HERMOSA RESEÑAAAAAA <3 SIEMPRE ES UN PLACER VENIR A LEERTE :#
Un beso! Nos leemos :)
Hola! No conocía el libro y quizás no le hubiera prestado atención sin tu reseña. Qué importantes son los libros con representación, tanto de problemas de salud mental (con los que me identifico) como de discapacidades. Gracias por reseñarlo!
ResponderEliminarUn besote :)
No sabía de este libro y la verdad es que trata temas que me interesan muchísimo así que me lo apunto. Coincido contigo en que todos deberíamos saber Lenguaje de Signos. ¡Muchas gracias por tu reseña!
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
♡ Tus comentarios me ponen muy contenta