Una boda.
Un montón de chupitos. Un Porsche aparcado en una calle oscura. El mejor amigo del novio.
El hombre con el que no debía acostarme.
El que iba impecablemente vestido con un traje gris y una camisa blanca almidonada.
El dueño de unos ojos verdes que hablaban más que su irresistible boca.
El socio más joven de su despacho de abogados.
El mejor hombre con el que he estado en la cama.
Una locura.
Las huellas de mis uñas en el salpicadero de su coche como prueba. Un problema de los grandes.
Él era inalcanzable.
Yo estaba rota.

*En colaboración con Phoebe Romántica.





Meses atrás, en un camping ubicado en las sierras de Madrid, una atrevida madrileña y un pícaro abogado pasan una noche de pasión inolvidable. Pero eso ha quedado en el pasado porque Natalie no es de las que repiten, aunque aquel sexy abogado de ojos acaramelados la tienten mucho… 

El tiempo pasa y la vida los vuelve a unir en la boda de sus dos mejores amigos, Asier y Lara, ambos protagonistas de “El verano que aprendimos a volar”. Pero no desespereís, amigxs porque en esta nueva historia Nat y Dani nos enseñarán la locura de tomar el riesgo de saltar con los ojos cerrados. 

Volviendo al tema (que ya me voy por las ramas) Natalie y Daniel se vuelven a encontrar en la boda y bueno, cuando el cuerpo pide salsa hay que hacerle caso… muchos chupitos, tensión sexual y las huellas de las uñas en el salpicadero de un Porsche como testigo de una gran noche de pasión. ¿Y qué les comenté hace unos momentos? Que Nat no repite, no Señor... pero Dani tiene unos ojos verdosos tan brillantes y cautivadores que hablan por sí solos y la hacen temblar de pies a cabeza. 

¿Estará Natalie preparada para arriesgarse a saltar? 

Tuve que cerrar los ojos. Los suyos me podían. Me decían cosas que yo no quería saber. No podía permitirme el lujo de creer que brillaban para mí, que conmigo eran distintos, que me deseaban más allá de lo sensato. Yo solo quería sentirlo en mi piel, no que se metiera debajo de ella. 

Este es mi primer acercamiento con la autora y tengo que decir que me encantó muchísimo leer su estilo desenfadado, ágil y tan divertido. En esta ocasión, nos encontramos con una trama sencilla, con unos personajes muy reales y con una dosis justa de drama. Empecemos por el principio… por los personajes. 




Natalie es una madrileña loca, descarada, enérgica, amigable y una trotamundos. Al principio la conocemos como una mujer valiente y fuerte, divertida, que vive su sexualidad como más quiere y le gusta, pero con el paso del tiempo, y con la influencia de Dani en su vida, la vemos quebrantarse de a poquito. Comenzamos a ver sus miles de capas escondidas, una mujer que sufrió mucho ya que su corazón, orgullo y amor propio se vieron pisoteados. En ella hay muchas heridas abiertas que le siguen doliendo, y se niega a creer que el amor pueda llegar a sanarla y desafiarle a tomar ese salto tan vital… 

Daniel es el típico hombre que te conquista desde la primera página, no solamente porque es atractivo, sino porque es paciente, amable, leal, resptuoso… ¡imposible no enamorarse! Desde el principio él lo tuvo muy en claro lo que le pasaba con Nat, pero claro, la susodicha no quería ni darle su número de teléfono. Con el paso del tiempo, en ese reencuentro, las chispas vuelven a saltar y Dani siente que no puede dejar escapar esta nueva oportunidad, aunque siempre mantiene sus distancias con ella porque sabe que hay algo que le pesa mucho. 

—Nunca he tenido tantas ganas de hacer feliz a alguien. —Levantó la vista y recorrió toda mi cara con ella—. Y lo he conseguido… Me siento enorme.
Reí, porque la alegría se me escapaba de dentro, tiré de su mano y la puse sobre mi tórax. Mi corazón latía a todo trapo debajo de nuestros dedos.
—Se me va a salir del pecho, Dani. 

La historia de amor entre ambos es sencillamente enganchante y bonita. Lo que todo comienza con encuentros fogosos (y muchos; por un momento pensé que todo pasaría entre las sábanas pero no ha sido así), muy pronto las emociones comienzan a mezclarse, emociones tanto bonitas como tristes. En el transcurso de las páginas, ambos personajes, y desde sus puntos de vistas, nos cuentan cómo llegaron a la conclusión de que todos podemos ser héroes, aunque sea por un día.  

Saltar con los ojos cerrados no es lo mismo que saltar a ciegas: lo primero es voluntario, lo segundo es el fruto de la incapacidad. 

Claramente tenemos a otros protagonistas que le agregan su puntito de diversión y drama a la trama. Tenemos nuevamente a Asier y Lara, las amigas de piso de Nat, a la madre de Dani y su ex Amelia, y bueno, ahí lo dejo. 

La trama en general es muy divertida, amena y super enganchante, hay varios diálogos y escenas que te harán sacar un par de risas. 

Corrí por el pasillo como un pollo sin cabeza, hasta el ondo. Necesitaba ayuda. ¡Urgente! El apocalipsis había llegado, y, en vez de jinetes, habían mandado a un piloto de carreras, abogado dios del sexo, ojos de caramelo,, aparato de palmo y medio y sonrisa devastadora.

Pero no todo es risas y de color de rosas, porque la autora toca temas sociales actuales muy sentidos y que están relacionados con lo que le sucedió a Natalie. Me gustó mucho que no haya sido algo tan vago de mencionar y que le haya puesto el peso y el respeto que se merecen.

En resumen,  "La locura de saltar contigo"es una historia absolutamente preciosa con unos personajes muy reales, divertidos, entrañables y con una trama muy enganchante con sus dosis de temas de la vida real; Silvia Sancho te conquistará desde la primera hasta la última página.