1314, Escocia. 

Tras el ataque a Meggernie, el hogar de Willow MacGregor, el único camino que le queda por delante a la joven es el de la venganza. Si para ello debe colarse en la fortaleza de su enemigo y hacerse pasar por quien no es, no dudará en seguir los dictados de su corazón. 

Para Ewan Campbell, aceptar a un enclenque muchacho en su castillo, uno que además pretende unirse a su tropa de soldados, es una auténtica aberración. Sin embargo, el orgulloso laird del clan Campbell descubrirá que una simple mirada basta para que sus convicciones y sus más arraigadas creencias se tambaleen. 

Sumidos en un desconcierto total de emociones, ambos se darán cuenta de que el amor se encuentra donde menos se lo esperan, y que su corazón solo se enciende ante el roce de una única piel.

Willow MacGregor es una lady respetada y querida por todos en Meggernie, es consentida, amable e inocente, siempre ha tenido el mundo a sus pies y en su vida todo parece ser de color de rosa... sin embargo un ataque a su hogar la cambiará por completo. Su hermano Niall termina muerto en honor para salvarla y ella deberá sacar la gran valentía que lleva consigo en su interior y enfrentarse ante su gran rival, incluso si eso significa disfrazarse de un enclenque varón y esconderse en las fortalezas enemigas. 

Cuando el joven laird del clan Campbell, Ewan, acepta a un debilucho muchacho a su casa, sus ojos hechizantes comienzan a jugarle malas pasadas a sus más arraigadas convicciones y creencias y esos mismos ojos de duende lo volverán loco. ¿Cómo puede ser que aquel despavorido niñato le despierte algo tan poco varonil? Sin dudas se debe tratar de algún tipo de embrujo, a él no podría ocurrirle tal cosa, ¿qué pensaría su gente?, ¿y qué debe hacer con aquel muchacho que lo mira con tanta intensidad? 

Tal es así que entre miradas de odio y desprecio mezcladas con lujuria, entre Willow e Ewan las cosas comienzan a complicarse. Ella no puede olvidar que él es el asesino de su hermano y que debe cobrarse su venganza lo antes posible, pero mientras más va conociendo al joven lard se da cuenta que las cosas no son como lo parecen ser. Tal es así que las líneas de los prejuicios y el odio comienzan a desdibujarse y muy pronto la realidad, los secretos y mentiras comenzarán a destaparse y será cuestión de tiempo antes de que el verdadero enemigo decida terminar con la vida de Williow MacGregor

Por las noches, aún lo perseguía la imagen de su rostro de duende, como una maldición. Will era una debilidad que no comprendía y que no se podía permitir. 

Esta es la segunda vez que tengo la oportunidad de leer algo de esta autora y la verdad que me gusta mucho su estilo fresco, ágil y muy atrapante. 


En esta historia la autora nos presenta una trama cargada de tensión, mentiras, secretos, prejuicios y un amor que puede vencerlo todo. Una joven dama que se hace pasar por un joven varón agricultor con una única misión: matar con sus propias manos al asesino de su hermano, a Ewan McGreggor. Cuando el lard, un hombre fuerte e intenso, cruza por primera vez su mirada con el muchacho Will, su hechizo lo pondrá de rodillas y cada vez que lo vea en su interior se desatará una lucha: mantenerse alejado y preservar su masculinidad o callar sus prejuicios y arriesgarse con el chico. 

Me encantó que la autora introdujera este tema en esta época, una época de hombres “machos alfas”, prejuiciosos y viriles que respondían a su hombría como si fuera un manto sagrado, y quien no respondiera a esto era un corrompido de la sociedad y pecador ante la mirada de Dios, qué época, ¿no?. 



Los personajes están muy bien caracterizados y en ellos podemos ver mucha evolución. A Willow al principio la vemos como una damisela en apuros, sin embargo con el paso del tiempo esta jovencita, gracias a su disfraz de varón, se va convirtiendo en una fuerte mujer, valiente y luchadora de armas tomar. Por otro lado, Ewan parece ser el típico líder del clan poderoso y feroz, pero sin dudas es un hombre que se destaca por su honor, su lealtad y buen corazón. Es un buen hombre que intenta hacer lo mejor por su gente, impartir justicia e igualdad de derechos para todos y todas. 

Sin dudas la relación entre ambos y el gran secreto de Willow es lo que mantiene la tensión en la novela y que querrás leer hasta que llegue el momento de la verdad. Por momento los sentimientos de Ewan hacia Willow me generaron dudas o algo no me terminaba de convencer, pero al final el resultado me ha dejado un buen sabor en la boca. 

—Para mí siempre serás Will. Me enamoré de Will y no me avergüenzo. He tardado en comprenderlo, pero ahora sé lo que mi corazón ha deseado desde que te vi por primera vez. Nadie va a utilizar en mi contra lo que siento por ti. Te lo prometo. 

La novela cuenta con personajes secundarios muy importantes que van agregándole a la trama más secretos y misterios. Hay algunos buenos y otros no tan buenos que iremos descubriendo con el paso de las páginas. 

La narración de la autora es muy fluida y enganchante, logra mantenerte pegada a la trama y lo único que querrás hacer es llegar hasta el final para desvelar todos los secretos e intrigas. Aparte la autora toca varios temas muy interesante e importantes, entre ellos el papel de la mujer en la sociedad en aquellos tiempos, cómo un disfraz de hombre podía hacerte valer más, pero si te quitabas ese disfraz eras regalada a un mero objeto sexual y laboral.

En resumen, "La joya de Meggernie" es una novela romántica histórica muy atrapante e intensa que te mantendrá engancha todo el tiempo. Con una trama bien desenvuelta, repleta de mentiras y secretos, Kate Danon nos transporta a una antigua Escocia en la que una chica debe disfrazarse de muchacho para matar al asesino de su hermano, pero cuando su presunto asesino le demuestra su honor, ternura y gran corazón… el amor prohibido surgirá en el peor momento.