Un luchador con cicatrices.
Una chica con normas.
Una pasión desenfrenada. 

Hay tres cosas muy evidentes sobre Elizabeth Bennet: es muy inteligente, siempre mantiene el control y su vida está basada en un conjunto de normas cuidadosamente elaborado. Ha aprendido de la manera más difícil que la gente a la que ama siempre acaba haciéndole daño. 

Pero entonces aparece Declan Blay, el nuevo vecino de su bloque de apartamentos. 

Declan es británico, experto en artes marciales y el chico malo del campus al que se supone que Elizabeth debe evitar, pero cuando lo conoce en una fiesta universitaria, todas las reglas que ella tiene sobre el sexo y el amor se desvanecen. 

Después de pasar una noche de pasión desenfrenada, él anhela algo más: tras la delgada pared que separa sus dormitorios, Declan sueña con que la vulnerable chica de al lado sea suya para siempre. 

Una moderna historia de amor inspirada en Orgullo y prejuicio.

*En colaboración con Phoebe Romántica.









Elizabeth Bennet es una jovencita que no sueña en encontrar a su propio Darcy...
Declan es un luchador con cicatrices...
Dos corazones rotos que comienzan a latir nuevamente... 

Tras un trágico suceso, Elizabeth aprendió que el amor duele y lastima a las personas, y es por ese mismo motivo que se propone un conjunto de reglas para mantener su vida bajo control. Sin embargo, cuando se muda a su nuevo departamento y conoce a su vecino en una fiesta de la universidad, su vida que siempre creyó tenerla bajo control comienza a temblar, y más precisamente cuando los ojos color acero de este chico la hacen replantearse todas sus reglas. 

Declan es un ávido luchador con más de una cicatriz física, es el típico chico malo del campus que con su fachada logra atraer a todas las chicas como moscas a la miel, pero detrás de ese aspecto hay un chico amable que lucha ganar más de una batalla. Pero no todo en su vida se trata de ganar, porque cuando conoce a una chica llamada Elizabeth será capaz de perder la cabeza y el corazón. 

Ella no está buscando compromisos y él tampoco quiere uno... pero cuando una noche de pasión e intimidad los sacude, ambos desearán mucho más que eso. ¿Podrá Elizabeth hacer a un lado sus reglas sobre el amor y el sexo? ¿O será que el amor de Declan podrá arrasar con todos sus miedos e inseguridades? 

Cuando sus ojos de color gris plateado coincidieron con los míos después de recorrer mi rostro y mis hombros desnudos, la palabra que me vino a la mente fue “intensos”. Sentí que una oleada de calor atravesaba mi cuerpo hasta llegar al lugar más recóndito, como si acababa de meter los dedos en un enchufe. ¿Qué había sido eso? Una cosa era segura: ese hombre destilaba sex appeal y si pudiera embotellar su esencia, ganaría millones. Era mi reina y yo quería ser su rey. 

Esta es la primera vez que leo algo de esta autora y la verdad que me ha gustado bastante, sin dudas esta historia engancha desde la primera página. Es la típica novela New Adult: universidad y fiestas, chico malo y chica buena, ninguno quiere enamorarse... pero a pesar de estos clichés, entretienen y mucho, ¿qué sería de una historia sin tópicos? 


La trama está inspirada en “Orgullo y prejuicio”, la protagonista principal se llama Elizabeth Bennet (más claro echale agua) y Declan vendría a ocupar el lugar del señor Darcy.
Elizabeth (la de esta historia, no la verdadera de Orgullo y prejuicio), es una chica inteligente y metódica a la que le gusta mantener su vida bajo control, específicamente en el departamento del sexo y del amor. Tras aquel trágico incidente, Elizabeth se juró a sí misma que nunca más se enamoraría, porque el amor al fin y al cabo termina destruyéndote. A pesar de parecer una chica alegre y atrevida con los chicos, tras esa máscara se esconde una joven con muchos miedos e inseguridades que intenta mantener a raya... y cuando conoce al chico inglés de ojos color acero capaz de ver todas sus capas, su vida y sus reglas comienzan a tambalearse. 

Declan es el típico chico inglés guapo de la universidad, junto a su hermano gemelo Dax hacen un dúo excepcional, y muy sexy, pero a pesar que estos gemelos sean físicamente dos gotas de agua, en lo personal son como el día y la noche. Dax es atrevido, pícaro y ligón y por otro lado Declan es sensible y tiene un gran corazón. A pesar de que la vida los golpeó fuerte, nuestro chico protagonista es valiente y no teme enfrentarse ante lo que sea, incluso si eso significa arriesgar su corazón con su vecina, Elizabeth. 

Quería acomodarme en el trono de su cuerpo y amarla para siempre, pero no se trataba solo de sexo, aunque eso también. No, lo nuestro era que dos personas rotas se habían mirado profundamente a los ojos y habían identificado a su alma gemela. Se podía llamar destino o azar, o quizá karma, pero fuera lo que fuera, en el momento en que la vi bailar bajo la lluvia, lo supo mi corazón. A mi mente le había llevado algo más de tiempo. 

La historia me pareció super enganchante y mantiene un ritmo constante que te lleva a querer terminar de leerla en un sentada (apenas llega a las 300 páginas). Sin embargo hubo varias cositas que no me convencieron, primero que todo el insta- love, ya casi a mitad del libro Declan le estaba profesando amor eterno a Elizabeth (y ella casi que también), y eso me pareció super raro porque hacía apenas poco tiempo que se conocían. Otra de las cosas que no me convencieron fueron algunas actitudes de los personajes, tanto de los principales como de los secundarios, me parecieron atropelladas y en algunos momentos inmaduras, esto último es entendible porque Elizabeth y Declan tienen 20 y 21 años respectivamente. 

A pesar de estas pequeñas cosas que no me convencieron, remarco que es una lectura muy ágil y fresca que engancha mucho. La pluma de la autora es muy llevadera y además hay alguna que otra escena picantita que le agrega su gustito.

En resumen, "El inglés"es una historia New Adult enganchante y perfecta para leerse en una tarde de domingo. Con una trama sencilla y sin necesidad de tantos dramones de telenovela, la autora nos presenta una historia amena y muy llevadera que querrás devorarla enseguida.